Me acerqué cuatro veces,aunque una de ellas no lo encontré y fue el viaje en balde.Y eso que había cambiado la comida de ese día por el escribano,pero esto es así ;-). No obstante,con los otros tres encuentros fue más que suficiente para disfrutarlo.
El primer día me acerqué con J.Antonio Loriente y nada más llegar al aparcamiento allí estaba.Como fue la primera vez que lo veía, fue quizás la sesión de la que mejor recuerdo guardo,lo malo ,que no se movía del aparcamiento y salían algo las losas grises del suelo ... con las flores tan guapas que tenía dos metros a su derecha ;-( ,pero las hierbas que salían entre las losas tenían unas semillinas que le encantaban . Se intentó desenfocar y bajar el punto de vista todo lo posible para salvar esas losas grises.Recuerdo que empecé con el 500,pero visto lo confiado y que no hacía falta tanta distancia focal monté el 300 que es más luminoso y desenfoca más.
Aquí se me ve fotografíándolo entre las losas grises del aparcamiento y totalmente despreocupado de la presencia humana.Fue llegar, aparcar la "fragoneta" junto a él y besar el santo ;-)
Y una que le hice a J.Antonio donde también se observa lo confiado que estaba comiendo en el aparcamiento.
El segundo día que me acerqué , por fin lo encontré entre las hierbas y flores de las esquinas del aparcamiento y fue una gozada hacerle esas fotos entre las margaritas.Esa tarde nos acompañaron también Julio César,Miguel y Abel .Las fotos nos las hizo Cundo,dibujé en ellas una flechina amarilla señalando al nival.
El último día que fui nos encontramos que los del ayuntamiento habían segado los trozos de prao junto al aparcamiento que tanto juego nos habían dado en la sesión anterior,los de las flechas amarillas, y que el entorno no estaba nada guapo con la siega,así que hubo que ingeniárselas para hacer unos desenfoques y salvar la sesión.Esa tarde se acercó Celso que también disfrutó un montón y cómo debe ser,acabamos en el chiringuito de Moniello tomando unas sidras ;-)