Lo de más pequeñín es que junto con su primo el reyezuelo sencillo son los más pequeñines, sólo 9 cm y 6 gramos.Aquí en el norte es bastante abundante y no es difícil de toparse con él, y por eso es fácil hacerle fotos.Pero tiene un problema a la hora de fotografiar y es que es muy nervioso y casi no para quieto y que por donde se mueve suele estar oscuro.Así que es un poco de reto para el fotógrafo.Las fotos que tenía antiguas de él eran con flas y no me gustaban,pero ahora, gracias a que se puede subir mucho el iso,ya son más naturales y me gustan más.
Lo de pequeño , se aprecia bien en las siguientes imágenes,en donde se le puede comparar con las flores y hojas de un espino albar.
O aquí junto a un capullo de camelia.
En inglés se llama Firecrest,algo así como cresta de fuego y es que cuando la levanta le sale una buena cresta al pequenín.
Es un pájaro forestal,pero se ha adaptado muy bien a los jardines de las ciudades donde encuentra muchos de los pequeños insectos que forman su dieta en las abundantes coníferas que suele haber,como cedros de Líbano o abetos azules.Entre estas coníferas es fácil que muchas de las fotos salgan movidas por culpa de la poca luz que se cuela.Pero como decía al principio,hoy en día,gracias a poder subir el iso es menos problema.Estas que van a continuación están sacadas con un iso elevado.Por ejemplo la primera está a 5000 iso.En las otras se puede ver si interesa,pues siempre dejo los exif en las fotos para el que tenga curiosidad de mirar los parámetros de la toma.
También decía al principio, que hace años,al no poder subir tanto el iso solía utilizar el flas y no me gustaban los resultados,aunque a veces alguna se salvaba, como esta de un individuo que fotografié varias veces en el invierno del 2010.
También estas coníferas de ciudad las utiliza para anidar,aunque con la cantidad de urracas que pueblan muchas de nuestras ciudades,a veces pierden a puesta.En dos ocasiones ya tengo visto a las urracas depredando nidos de reyezuelos en mi ciudad.También las grandes cristaleras de las ciudades son una trampa para ellos.Muchas aves chocan contra ellas,como este reyezuelo que me encontré de la que iba al trabajo y que había chocado contra una cristalera del Auditorio de Oviedo.
También las tuyas que son unas coníferas parecidas a los cipreses y que se utilizan mucho para cerramiento de jardines les gustan mucho y aunque aquí no queden muy naturales,alguna siempre queda guapa por la postura o mirada que te echa el reyezuelo ;-).
Aunque las que más me gustan son en su hábitat natural de bosque, como las del espino albar de antes o estas en un abedul .
Un saludo desde Oviedo,
Mario